Notas Introductorias


     Comencé mi trabajo con vidas pasadas recordando de manera espontánea mis propias experiencias. Estas comenzaron a surgir tanto en talleres de sanación como en consulta. Me di cuenta como la claridad en el origen de sentimientos incomprensibles agarraban forma y se transformaban en memorias manejables. Entonces el perdón, la aceptación, la integración de estas memorias me permitió sanar relaciones, que antes permanecían en zonas grises donde siempre inevitablemente surgían bloqueos, conflictos, sensaciones desagradables de las que nunca pude responsabilizarme hasta que comprendí de donde venían.

  Fue revelador ver como decisiones que tomé en un pasado remoto afectaban y bloqueaban constantemente mi presente, y absolutamente asombroso cómo cuando acepté y me dí cuenta que fueron mis propias decisiones las que me llevaron a donde terminé, dejé de culpar a otros personajes que forman parte tanto de aquella vida remota como de mi vida actual.

     Las técnicas que utilizaba en aquel entonces me permitían ver heridas, tanto emocionales cómo físicas en mis clientes. La persona estaba muy relajada en frente de mí y yo los ayudaba a liberar bloqueos, mas sin embargo, era yo la única que veía. Cuando era yo la paciente, a veces surgían memorias, a veces no.

     Siempre el proceso de sanación ocurre y era gratificante ver como las personas que trataba se sanaban de dolores extraños y sin razón aparente. Vi, por ejemplo, una pierna gangrenada, mi cliente tenía un dolor constante en la rodilla y debilidad en la pierna, a pesar de haber ido al doctor, no encontraba ninguna causa "real" para su molestia. En otra oportunidad vi una lanza que le atravesó el cuello a mi cliente, debido a una traición. Mi cliente sufría de la tiroides, en este caso no hubo una liberación total, mi cliente debía seguir trabajando en la traición, con todas sus aristas.

     En todo caso, nunca quedaba totalmente satisfecha, ya que me hubiera gustado que mis clientes vieran, recordaran. Pensaba que la experiencia pudiera ser mucho más satisfactoria si ellos fueran los protagonistas, como de hecho lo eran. Luego me involucré en otros proyectos de vida y laborales, dejando las sanaciones de lado, por un tiempo.

     Retomo el tema a comienzos del 2013 por motivo de una relación de pareja que no se concreta y que me dispara un sufrimiento totalmente fuera de contexto. Me doy cuenta que no hay razón lógica para tal llanto imparable y con ayuda de una muy buena amiga sanadora diseñamos una técnica que me ayudara a recordar vidas pasadas. Recordé tres vidas con esta persona. En una  fuimos hermanos, recordé pocos detalles. En otra fue mi tío, una vida tormentosa y desagradable. Esa vida la recordé con lujo de detalles ropas, muebles, ambientes y un conjunto de relaciones ambiguas extrañas y dolorosas. La tercera vida que recordé éramos amantes, en un ambiente medieval, lo asesinan. Yo dejo de comer hasta que muero. Experimente un dolor absoluto, de ahí surgían las lágrimas. No fue fácil de revivir, tuve que trabajar intensamente para poder soltar ese sufrimiento y perdonar. Cesaron las lágrimas, pero entonces no me quedó duda alguna de nuestra profunda relación y de la interconexión de nuestras almas.

     Luego, por supuesto, trabajé con mi amiga, ayudándola a recordar con un tremendo éxito. Luego me quedaron dudas de si podría cualquier otra persona recordar de igual manera. Comencé entonces con familiares y amigos. Funciona siempre, uno tras otro.

    He estado recopilando el material con la idea de editarlo. Decido compartir este material con ustedes por varias razones. La primera, para ir dándole forma a mi trabajo. Segundo, por el alcance que tiene este medio para difundir mis ideas y mi trabajo.El darme cuenta que mi blog de poesía lo leen en latitudes remotas me impresiona y me emociona intensamente. Tercero, por que implica una expansión de nuestro concepto de lo que significa la vida, y esto me mueve profundamente. Sentir que pongo un granito de arena para expandir nuestros horizontes y cuestionarnos el significado de estas experiencias que creamos para nuestro crecimiento espiritual significa todo para mi.

   Conformé una formación para enseñar la Terapia Trastemporal. Emocionada que ellos puedan tambien compartir sus experiencias tanto con sus propios alumnos como con todos nosotros. Gracias

  Iremos compartiendo nuestro trabajo entonces, paulatinamente. Cualquier pregunta o comentario será siempre bienvenido. No le tengo miedo a la controversia.

Con gran afecto

María Eugenia Mantilla

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